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La alfabetización digital

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El alfabetismo digital es híper necesario, tanto en jóvenes como en mayores, por eso es importante conocer cómo conseguirlo y cómo hacerlo bien. Cuando hablamos de alfabetización digital podemos pensar que esto es cosa de adultos, que los niños nacen con un smartphone bajo el brazo, pero nada más lejos de la realidad. Al hablar de alfabetización o alfabetismo estamos hablando de niños, mayores, tercera edad e incluso empresas y colegios.

Se trata de adquirir las habilidades necesarias para ser competente en el uso de las nuevas tecnologías, la actual forma de comunicación. Todas las personas deben partir con las mismas oportunidades a la hora de acceder al mundo digital y en un entorno en el que todo funciona con internet, el internet de las cosas (IoT), quien no esté alfabetizado digitalmente no podrá avanzar a la misma velocidad que el resto. En España, todavía existen 13 millones de hogares sin internet o con una conexión de muy baja calidad.

Qué es la alfabetización digital

La alfabetización digital es la capacidad de una persona para realizar diferentes tareas en un ambiente digital. Esta habilidad incluye la competencia para localizar, investigar y analizar información, así como ser capaces de elaborar contenidos y diseñar propuestas, a través de medios digitales.

La alfabetización digital debe entenderse no solo como un medio sino también como una nueva forma de comunicación, de creación y comprensión de la información.

También se trata de comprender y aplicar estos nuevos usos para hacer que nuestra vida mejore, seamos más productivos y eficientes en ella.

Niveles de alfabetización digital necesaria 

La alfabetización digital tiene varios niveles que van desde el más básico —habilidades elementales como saber publicar en Instagram—, pasando a uno intermedio —en el que usamos la tecnología para mejorar nuestra vida o ser más eficientes, como aprender a programar en Facebook— y uno superior de creación de contenidos digitales propios.

1. Aprendizaje de uso

Se trata de tener las habilidades básicas para saber usar los dispositivos tecnológicos básicos. Esta es la base de la alfabetización digital. Son acciones cotidianas como saber enviar un mensaje desde un teléfono móvil.

2. Comprensión de uso

En este nivel, las personas que usan las nuevas tecnologías son conscientes de que, con esta capacidad, pueden conseguir que su vida mejore al ser más productivos y eficientes. Un ejemplo de esta evolución sería saber programar una publicación para la fecha y hora que más convenga, sin la necesidad de estar conectado en ese momento.

3. Creación de contenidos digitales

Para alcanzar una plena alfabetización digital, lo fundamental es saber comunicarse con ella. Un paso importante es saber cómo generar contenido para transmitírselo a otros. Por ejemplo, enriquecer los textos con imágenes o vídeos y buscar una finalidad a cada publicación, como puede ser la presentación de un producto.

Alfabetización digital en jóvenes

A los jóvenes ya se les considera ‘la generación smartphone’.  Sus primeros contactos con un dispositivo móvil ya los hacen desde que son bebés y, según el estudio realizado por el Instituto Psicológico Desconect@, el 98% de los menores de entre 10 y 14 años ya poseen un teléfono de última generación con conexión a internet. El 100% se alcanza entre los encuestados con edades comprendidas entre 18 y 24 años.

Además de ser internet una herramienta esencial en su formación académica, muchos jóvenes y adolescentes ya usan las nuevas tecnologías para crear contenidos propios, sobre todo, en las redes sociales. Ellos se ubican en el tercer nivel de la alfabetización digital al crear sus propios blogs donde expresarse, subir fotografías a Instagram y vídeos a TikTok, YouTube o Twitch.

La comunicación entre iguales también la desarrollan a través de los dispositivos móviles, algo que se acentuó durante la pandemia. Los mensajes de texto, las videollamadas y los chats, dentro de los videojuegos, son algunas de las vías más usadas por los jóvenes para establecer contactos.

Esta generación se rodea de un mundo en el que todo está conectado, lo que se denomina el Internet de las cosas (IoT).

Esta conexión constante puede conllevar riesgos en aquellas personas más influenciables, como los menores, y en los que se pueden generar conductas adictivas. El Instituto Superior de Estudios Psicológicos afirma que entre el 6 y el 9 % de los usuarios de internet tienen problemas de adicción y que, entre los adolescentes, hay casos de desdoblamiento de la personalidad: el ‘yo real’ y el ‘yo ideal’ inventado.

Alfabetización digital en adultos

La alfabetización digital en adultos está pensada para aquellos que, aunque estén alfabetizados y formados, no cuentan con unos conocimientos mínimos sobre nuevas tecnologías. En este caso, se puede hablar de una realfabetización en la que se renuevan conceptos y competencias relacionados con el mundo digital para conseguir ciudadanos más autónomos a nivel digital.

En muchas profesiones se requiere un reciclaje continuo porque están en constante cambio, sobre todo, aquellas vinculadas a la informática, a la comunicación, la educación o la investigación. La adquisición de competencias digitales facilitará la inserción laboral, para los desempleados, y aumentará las opciones de ascender para los profesionales en activo.

La parte negativa de la digitalización es que algunas profesiones se verán obligadas a desaparecer o subdesarrollarse si no se adaptan a la nueva situación. Por este motivo, la alfabetización digital en adultos es clave para que puedan incorporarse a las nuevas profesiones que surjan y todas las personas estén adaptadas al entorno en el que viven. Asimismo, gracias a tener estas competencias, muchos adultos se lanzaron a la aventura de emprender en el mundo online.

Alfabetización digital en tercera edad

Las personas pertenecientes al grupo de la tercera edad no pueden ser excluidas de la alfabetización digital. Todos ellos necesitan tener las destrezas suficientes para ser autónomos y no depender de sus hijos o nietos a la hora de encender la televisión, atender una llamada o sacar dinero en un cajero. Aprender algo nuevo cuando se tiene una edad avanzada aporta satisfacción y eleva la autoestima. En 2019, según los datos del INE, solo el 23,4% de las personas mayores de 74 años había utilizado internet en los últimos tres meses y, de esos, el 11,9% hacía un uso diario.

La mayoría de estos usuarios utilizan internet para buscar información, calcular, escribir, leer o encontrar a viejos o nuevos amigos con los que intercambiar aficiones. Durante el confinamiento, muchos han aprendido a usar los dispositivos móviles para mantener el contacto con sus familiares y no sentirse solos en ningún momento.

Los inconvenientes de la alfabetización en este grupo es que la edad puede contraer restricciones físicas o mentales como disminución de la capacidad visual, la pérdida de la memoria a corto plazo o el número creciente de enfermedades crónico-degenerativas, como la artritis.

Alfabetización digital en empresa

Las nuevas tecnologías son esenciales tanto para las grandes empresas como para las pymes. Las compañías también necesitan alfabetizarse digitalmente si no incorporan las nuevas tecnologías en su día a día. Para ser competitivo es necesario tener presencia en la red y realizar acciones cotidianas como la promoción de productos a través de las redes sociales, la venta online o la captación de datos de los clientes para hacer campañas personalizadas.

El problema se presenta cuando los empresarios no cuentan con el dinero suficiente para digitalizarse o no lo ven prioritario en su negocio. Un riesgo que se podría paliar con proyectos, impulsados por entidades públicas o privadas, para favorecer el acceso a la tecnología y reducir así la brecha digital.

La alfabetización digital en empresa debe realizarse de forma continua debido a los constantes cambios del mundo digital. Su importancia abarca desde los beneficios particulares a los globales, ya que es básica para la inclusión social y el desarrollo.

Alfabetización digital en el colegio

Las escuelas apuestan por una educación en la que las TIC estén presentes y con la que se impulse la creatividad, la innovación y la participación activa de los alumnos. De esta forma, se consigue la alfabetización digital de los jóvenes desde edades tempranas y se les acerca a la realidad de ser unos nativos digitales ya familiarizados con la tecnología. Gracias al elearning, los menores pueden:

  •  Hacer un aprendizaje transversal de las materias.
  •  Se fomenta el trabajo autónomo.
  •  Se despierta su curiosidad, al permitir el acceso a información ilimitada, sin barreras geográficas.

El riesgo de digitalizar los colegios es que algunos hogares no se puedan permitir la adquisición de dispositivos electrónicos o residan en zonas en las que no haya conexión a internet y esto ralentice su formación respecto a otros estudiantes. 

Alfabetización digital en el entorno rural

Desde el nacimiento de internet, las áreas rurales han sufrido la denominada brecha geográfica provocada, fundamentalmente, por la falta o la mala conexión a la red que experimentaron estos entornos. Este hecho derivó en la brecha digital: “desigualdad creciente entre personas en el acceso a los recursos y servicios tecnológicos”. La alfabetización digital en el entorno rural es necesaria para que el uso de las nuevas tecnologías se extienda, sobre todo, entre la población de más edad, que les permitirá comunicarse con familiares que están lejos o desarrollar aficiones como la lectura, las escritura o la búsqueda de información.

Si en los entornos rurales se asienta el uso de internet, esto puede atraer a emprendedores digitales , que apuesten por una vida más tranquila en el campo. Un retorno a los pueblos que se potenció a raíz de la pandemia.

Como riesgo principal de la alfabetización digital de estas zonas sería la pérdida de las relaciones cercanas entre vecinos. La necesidad de hablar presencialmente porque no había otra forma de hacerlo.

Riesgos de no alfabetización

La alfabetización no solo consiste en saber usar un aparato electrónico, sino también en comprender y aplicar cómo ese uso puede hacer que la vida mejore. La no alfabetización digital provocó nuevas diferencias sociales:

  • En economía: no todos los países ni todos los ciudadanos tienen los mismos recursos para acceder a las nuevas tecnologías ni a la alfabetización para saber usarlas.

  • En aplicación: algunas empresas entendieron la importancia de la digitalización, pero otras lo asumieron como algo pasajero.

  • En la población: hay una gran brecha entre los alfabetizados y los analfabetos digitales.

Por ello, son necesarias las competencias que debemos adquirir y desarrollar para fomentar el alfabetismo digital para que nadie se quede fuera de la revolución tecnológica.

¿Por qué la alfabetización digital es tan importante? 

Invertir en alfabetización digital es invertir en futuro.

Es importante que todas las personas tengan las mismas oportunidades de acceso a internet y que todas sepan cómo usar las nuevas tecnologías en el día a día.

La alfabetización plena no se conseguirá de un momento a otro, pero hay diversas medidas con las que se puede reducir, poco a poco, la brecha:

  1. Inversión en infraestructuras. Ampliar la red de conexión por todos los rincones del planeta y construir infraestructuras de calidad, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

  1. Educación digital de calidad. Enseñar competencias básicas tanto a niños como a las personas de la tercera edad y plantear programas formativos para personas sin recursos.

  1. Acceso a la tecnología. Ofrecer acceso gratuito a internet, aumentar la velocidad de conexión u ofrecer redes wifi para favorecer el acceso.

  1. Personal cualificado. Las nuevas rutinas requieren a profesionales especializados en el ámbito digital y que sepan transmitir esos conocimientos a otros.

Como hemos empezado este apartado: invertir en alfabetización digital es invertir en el futuro.

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